Sin duda se trata del primer trampantojo que se hacía en las cocinas para impresionar a los invitados. El pixín, pescado que no siempre fue valorado, pasaba así a aparentar una langosta en las mesas de muchas casas en Asturias.
Es una receta clásica y que puede parecernos un poco viejuna, pues viva lo clásico, a mí me sigue haciendo tilín.
Ingredientes
1 cola
1 cda.
Pixín
Pimentón dulce
Sal
Paso 1
Pedimos a nuestro pescadero que nos prepare el la cola de pixín partida a la mitad, sin ninguna piel.
El hueso lo podemos congelar para un caldo.
Embadurnamos el pixín por todos los lados con el pimentón y la sal.
Paso 2
Envolvemos el pixín en film transparente dejándolo bien apretado. Aquí los muy «pro» lo bridan con hilo para que quede la forma de las colas de langosta.
Paso 3
Envolvemos en papel aluminio.
Paso 4
Lo ponemos en una olla con suficiente agua hirviendo para que cubra el pescado.
15 minutos por kilo. En este caso, cada trozo era de kilo.
Paso 5
Sacamos de la olla, quitamos los envoltorios y dejamos enfriar.
Paso 6
Y aquí ya cada uno como más le guste.
En casa preparamos una salsa rosa con mahonesa, mostaza, ketchup y un chorrito de brandy.
Paso 7
Cortamos el pixín frío de nevera en rodajas y picamos un poco de lechuga.
Usamos cookies para asegurar que te damos la mejor experiencia en nuestra web. Si continúas usando este sitio, asumiremos que estás de acuerdo con ello.AceptarRechazar