El conejo en casa siempre ha sido un plato de amores y odios, con parte de la familia arrimada a cada uno de los bandos.
Creo que el dicho de «gato por liebre» ha jugado siempre en contra de esta carne, que para mi es un auténtico manjar.
Ingredientes
1
1
1/2
1/21
1
5 dientes
1 vaso
1/2
1 vaso
1 cdta
Conejo troceado
Cebolla
Pimiento verde
Pimiento Rojo
Zanahoria
Ajo
Vino blanco
Limón
Caldo
Tomillo
Romero
Sal
Pimienta
Mostaza Dijon
AOVE
Paso 1
Pedimos al carnicero que nos trocee el conejo para guisar.
Paso 2
Doramos los ajos enteros en AOVE y una vez dorados los retiramos de la sartén.
Paso 3
Salpimentamentamos el conejo y lo doramos en el mismo aceite de los ajos.
Paso 4
Preparamos una morterada con los ajos dorados, un poco de perejil y una cdta. de sal.
Paso 5
Retiramos el conejo y en el mismo aceite ponemos a pochar la majada de ajo junto con los pimientos rojo y verde, la cebolla y la zanahoria picados en pequeños cuadraditos «brunoise».
Dejamos que se «agarre» un poco pero que no se queme. Si es necesario añadimos un poco más de AOVE.
Paso 6
Añadimos el vino y dejamos unos 4-5 minutos para que se evapore el alcohol.
Añadimos el conejo, las especias, la mostaza, el caldo y el zumo del medio limón.
Paso 7
Tapamos la cacerola y dejamos a fuego medio hasta que esté hecho el conejo, más o menos 30 minutos.
Paso Final
A mi todos los guisos de carne me gusta acompañarlos.
En este caso lo hicimos con una ensalada verde de Escarola y cebolleta, porque estamos «After Christmas» y nos hemos puesto a plan, pero le irían genial unos patatinos, que una vez dorados hubiéramos añadido al final del guiso para que se terminaran de hacer y cogieran todo el sabor de la salsa.
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