El conejo nos rechifla, a parte de ser una carne sanísima. Esta receta le saca todo el potencial a esta carne blanca. De rechupete.
Ingredientes
1
3
1
1
1 cda
1 cdta
4 dientes
200 ml
1/2 vaso
Conejo
Zanahoria
Cebolla
Limón
Mostaza
Semillas mostaza
Ajo
Nata líquida
Vino blanco
AOVE
Sal
Pimienta
Romero
Paso 1
Le podemos pedir a nuestro carnicero que nos trocee el conejo, o podemos comprarlo ya troceado.
Picamos el ajo, la cebolla y la zanahoria en brunoise y salpimentamos el conejo.
Paso 2
En una tartera baja, ponemos un chorro de AOVE y doramos bien el conejo.
Paso 3
Retiramos el conejo y reservamos. En el mismo aceite ponemos a fuego medio la cebolla, el ajo y las semillas de mostaza.
Paso 4
A los 5 minutos, añadimos las zanahorias y salpimentamos.
Paso 5
Una vez pochada la cebolla reincorporamos el conejo y removemos todo.
Paso 6
Añadimos el vino blanco y dejamos cocer todo 25 minutos a fuego medio tapado.
Paso 7
Añadimos la mostaza de dijon, el romero y la nata líquida y dejamos cocer todo a fuego fuerte durante 5 minutos, para que espese un poco la salsa y el conejo esté tierno.
Paso final
Servimos calentito.
Acuérdate de tener un buen pan a mano, porque esta salsa es de mojar hasta perder el sentido.
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