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Chipirones Pelayo

Recetón de origen vasco. 

Como hay mucha leyenda sobre quien los creo y yo no soy historiador, esta receta en casa va en honor de mi sobrino Pelayo punto.

El triunfo está garantizado.

Ingredientes

1 Kg

2

1

3 dientes

1

1 hoja

1 vaso

20 ml

 

Chipirones

Cebollas

Pimiento verde

Ajo

Vino blanco

Brandy

AOVE

Sal

Paso 1

Le pedimos al pescadero que nos limpie los chipirones separando los tentáculos del cuerpo.

Una vez en casa, les damos la vuelta como un calcetín para dejarlos como la patena.

 

 

Paso 2

Picamos en juliana fina las cebolla y el pimiento y el ajo en brunoise.

Paso 3

En una olla baja ponemos un chorro de AOVE y ponemos el ajo a dorar.

Una vez que el ajo empiece a dorar añadimos la cebolla y el pimiento, un poco de sal y dejamos pochar a fuego suave 20 minutos.

Paso 4

En un bol picamos las aletas y los tentáculos de los chipirones, que los usaremos como relleno

Paso 5

Añadimos a las verduras la mitad del vino y el brandy y dejamos  otros 25 minutos hasta que la cebolla se nos empiece a caramelizar y se vaya poniendo marroncita. 

Cuidado que no se nos queme

Paso 6

Añadimos dos cucharadas de las verduras pochadas a la picada de patitas y aletas y rellenamos los chipirones.

Paso 7

Los podeis cerrar con un palillo o los apretáis con los dedos para que se cierren un poco. si se sale un poco del relleno no pasa nada.

Paso 8

Ponemos una sartén al fuego, sin AOVE, y cuando esté como la fragua de Vulcano, planchamos los chipirones, dos minutos por un lado y damos la vuelta y 1 minuto por el otro.

Colocarlos con la parte más gordita hacia el centro de la sartén.

Paso 9

Una vez se hayan dorado, los vamos incorporando a la tartera de las verduras.

Paso 10

Desglasamos con el resto del vino y el brandy la sartén, para recuperar todo ese saborazo que nos dejan los chipis pegados  a la sartén y lo incorporamos al guiso.

Paso 11

De jamos guisar todo junto y tapado 5 minutos para que se integren todos los sabores.

Paso final

Servimos calentitos.

Podemos acompañarlos de un arroz blanco, unas patatas en taquitos, pero sobre todo, porque si no sería pecado, de una buena hogaza de pan para hacer unos barcos como trasatlánticos.

 

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