El conejo suele ser el gran olvidado en muchas cocinas, pero cuando lo tratas bien —como en esta receta— se convierte en un guiso con alma. Aquí lo llevamos al terreno especiado del curry, pero sin perder esa base clásica de cebolla y chup-chup que lo hace irresistible. Una receta de las que no necesitan presentación… solo pan para mojar
📌 Consejo RelaLover: Si tienes un buen pan cerca, ni lo dudes. Esta salsa pide mojar sin vergüenza.
Ingredientes
1
3
100 ml
1 cdta
100 ml
conejo troceado
cebollas grandes
vino blanco
curry
AOVE
Sal y pimienta al gusto
Agua (aprox. medio vaso)
Perejil fresco para rematar
Paso 1
Salpimentamos el conejo y lo adobamos con el curry. Lo dejamos reposar mientras preparamos el resto.
Paso 2
Cortamos las cebollas en trozos generosos. Aquí no se viene a jugar con dados milimétricos: queremos presencia y sabor.
Paso 3
En una cazuela amplia, echamos un buen chorro de AOVE y añadimos la cebolla a fuego medio. Dejamos que se poche despacio unos 10 minutos, hasta que esté bien transparente y empiece a coger dulzor.
Paso 4
Subimos el fuego, añadimos el conejo y lo doramos bien, removiendo para que se integre con la cebolla.
Paso 5
Si nos va la marcha y los sabores fuertes podemos añadir una cucharada de curry, aquí al gusto de la afición, dulce, picante, etc.
Paso 6
Añadimos el vino blanco y medio vaso de agua. Cuando hierva, bajamos a fuego medio-bajo, tapamos y dejamos que se cocine 20-30 minutos.
Paso 7
Para darle cuerpo a la salsa, destapamos y subimos un poco el fuego los últimos 5 minutos. Que reduzca ligeramente y espese lo justo.
Paso final
Servimos con arroz blanco o cous cous y un poco de perejil picado por encima para darle frescura.
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